Amor por Santander
En toda Colombia dicen que los Santandereanos somos de carácter fuerte, muy tercos y voluntariosos.
También dicen, que somos trabajadores incansables y personas muy orgullosas de sus raíces y tradiciones. Todas estas son afirmaciones que en general, nos describen de manera acertada
La historia que les contaré es justo sobre una familia Santandereana, de carácter fuerte, muy terca y por supuesto orgullosísima de sus raíces y tradiciones: La familia Ruiz Alfonzo, que desde 1966 ha dedicado su vida a amasar, moldear y hornear pan; al tiempo que construye su legado y una de las marcas más queridas y reconocida de la región.
Desde el día uno, el objetivo de don Luis Enrique Ruiz era claro, hacer con sus propias manos un alimento con alto valor nutricional, que a su vez conservara las tradiciones de las recetas familiares heredadas, libre de conservantes artificiales y elaborado con los mejores ingredientes, un producto que diera cuenta de la honradez de su trabajo, y que se sintiera al paladar como pan caído del cielo para los mortales de la tierra, de allí su nombre: El Maná
Desde ese día uno, en el que, en pleno centro de Bucaramanga, don Luis Enrique y su esposa, iniciaron su historia como panaderos, empresarios y soñadores han pasado más de 50 años.
Hoy son sus hijos Javier, Nhora y Gina -Ruiz Alfonzo- los encargados de proteger y continuar el legado de una industria de alimentos hechos a mano por gente de nuestra tierra, honrando lo natural, lo sano, lo nutritivo, lo fresco, donde lo artificial no tiene cabida.